98.6 FM La radio local de Burgos
Jueves, 22 de Septiembre de 2011
Los terrenos de la Barriada Juan XXIII en los que se pretendía construir un aparcamiento subterráneo por iniciativa privada son del Ayuntamiento de Burgos. Así lo establecen los informes técnicos y jurídicos elaborados por el Consistorio, que han constatado que ha existido un doble registro de los terrenos, uno por parte del Ayuntamiento, en 1982, y el otro por el Arzobispado, en 2009.
Radio Arlanzón
El portavoz del Equipo de Gobierno, Ángel Ibáñez, ha explicado que, tras una exhaustiva labor de investigación por parte de los servicios técnicos del Ayuntamiento de Burgos, se ha comprobado “inequívocamente” que la denuncia realizada en su momento por Izquierda Unida es correcta. Los terrenos que el Arzobispado pretendía vender a una empresa privada para la construcción de un aparcamiento subterráneo son de titularidad municipal. Ibáñez ha asegurado que se comunicará a la institución religiosa el contenido de los informes, abriendo un periodo de alegaciones. En su momento, cuando se presentó el proyecto por parte de la empresa que pretendía comprar los terrenos al Arzobispado, Izquierda Unida presentó documentos del Registro de la Propiedad y de un acuerdo plenario de 1982 que acreditan que los terrenos en los que se pretende construir el aparcamiento son propiedad del Ayuntamiento de Burgos.En concreto, el acuerdo plenario establece que 3.000 metros cuadrados son municipales gracias a una permuta hecha entre el Ayuntamiento y la Congregación de las Hermanas del Amor de Dios. Ellas se quedaron con los terrenos inicialmente municipales del Camino de los Andaluces. Además, otra parte del suelo en esa zona también es propiedad municipal porque corresponde al proyecto de mercado no construido planteado en el momento de constitución de la Barriada de Juan XXIII.La parcela en la que se encuentra la Iglesia de Fátima fue cedida en 1966 al Arzobispado para estos fines, de tal modo que, según recogen los documentos, si se abandonasen, la institución eclesiástica debería revertirlos al Ayuntamiento de Burgos, su propietario inicial. El portavoz municipal espera que el Arzobispado no ponga problemas al conocer los informes, aunque están dispuestos a acudir a la vía judicial si fuera necesario.Ángel Ibáñez ha explicado que el problema radica en que existen dos inscripciones de los mismos terrenos en el Registro de la Propiedad. En 1982, el Ayuntamiento registró los obtenidos por la permuta, que son los que ahora componen el espacio de parque y jardines, y en el año 2009 el Arzobispado hizo lo mismo, en base al presupuesto de “exceso de cabida”, práctica muy común entre la Iglesia Católica.La redacción de estos informes técnicos y jurídicos sólo es un primer paso en la solución a este conflicto, dado que ahora se abre un periodo para que el Arzobispado alegue y presente los documentos que, según ellos, acreditan que dichos terrenos son de su propiedad, motivo por el cual los han puesto a disposición de una empresa privada para la construcción de un aparcamiento subterráneo.Izquierda Unida, formación que dio la voz de alarma hace cuatro meses denunciando que el Arzobispado de Burgos pretendía vender terrenos municipales a una empresa privada, lamenta que, una vez el equipo de Gobierno cuenta con los informes que demuestran que los suelos son del Ayuntamiento, se haya informado antes a los medios de comunicación que a los grupos de la oposición. "No es lógico", expresó el concejal de Izquierda Unida, Raúl Salinero, en las Tertulias de Radio Arlanzón. El edil no entiende cómo los técnicos municipales han tardado tanto en darse cuenta de que los suelos que una empresa pretendía comprar al Arzobispado para construir un aparcamiento privado son propiedad del municipio. Por su parte, desde el Grupo Municipal Socialista, el concejal Antonio Fernández Santos culpa al ahora alcalde de Burgos, Javier Lacalle, hace meses responsable de Fomento, de conocer la verdad desde hace cuatro meses y de haberla ocultado deliberadamente. Según Santos, los técnicos del Ayuntamiento de Burgos informaron desde un primer momento, desde que Izquierda Unida dio la voz de alarma, que los suelos eran del Ayuntamiento de Burgos pero que, en ese momento, en época preelectoral a Lacalle no le convenía aceptar que el equipo de Gobierno estaba metiendo la pata. "Lo sé porque a mí me lo dijeron los técnicos", apuntó el concejal.
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